Alejandro Frómeta: La estrategia del salmón. Vaya pez curioso que es el salmón. Nace en el río, y permanece allí, en agua dulce, mientras es pequeño. Se va al mar, a pasar su juventud, hasta la llegada de la madurez, y en increíble acto kamikaze, regresa en tiempo de reproducción al mismo lugar de donde salió. No es fácil para el salmón llegar hasta allí: tiene que nadar contracorriente y saltar numerosos escollos, luchar contra todo lo que le frena, y contra su propio cansancio. Puede dejarse la vida en el empeño, pero al final, la satisfacción de procrear, de trasmitir un legado, la alegría de fecundar, es el premio a tamaño esfuerzo. Hay personas que, al igual que el salmón, ponen el respeto a la creación por encima de todo. Quizás eran esos mismos de los que alguna vez habló Bertold Brecht, los imprescindibles. Entre esas personas cercanas que, consciente o inconscientemente, se adscriben a esta estrategia, he conocido al músico y productor cubano Alejandro Frómeta.
Un espacio para el arte cubano, donde sea que se produzca.