Fibonacci, la cimática y la experimentación peregrina. Entrevista a Adrián Morales, con motivo de la presentación de su nuevo disco Pilgrim Souvenir: Apuntes para una Cimática Por Félix E. Varela Al igual que Leonardo Pisano Bigollo en sus años, Adrián Morales no toma café. Las razones, evidentemente, son dispares. El primero, Fibonacci, no alcanzó a verlo en la Europa de su tiempo. El segundo, AdriáNomada, prefiere sentarse a filosofar degustando infusiones, las que siempre tiene a montones en casa: Ginkgo biloba, sábila, jazmín, canela, té bancha, chai afgano, y muchos otros. Quizá su favorito sea el cardamomo, al que defiende como “un bio-reparador natural excelente, además de sabroso, descongestionante del mayor filtro corporal, el hígado”. Interesado en crear una especie de sintonía total audaz, AdriáNomada es un artista multidisciplinar nacido en La Habana en 1965, que se siente en un momento de su carrera “de preciosas confirmaciones", muy a pesar del
Un espacio para el arte cubano, donde sea que se produzca.