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Adrián Morales: Fibonacci, la cimática y la experimentación peregrina.




Fibonacci, la cimática y la experimentación peregrina.
Entrevista a Adrián Morales, con motivo de la presentación de su nuevo disco Pilgrim Souvenir: Apuntes para una Cimática

Por Félix E. Varela

Al igual que Leonardo Pisano Bigollo en sus años, Adrián Morales no toma café. Las razones, evidentemente, son dispares. El primero, Fibonacci, no alcanzó a verlo en la Europa de su tiempo. El segundo, AdriáNomada, prefiere sentarse a filosofar degustando infusiones, las que siempre tiene a montones en casa: Ginkgo biloba, sábila, jazmín, canela, té bancha, chai afgano, y muchos otros. Quizá su favorito sea el cardamomo, al que defiende como “un bio-reparador natural excelente, además de sabroso, descongestionante del mayor filtro corporal, el hígado”.

Interesado en crear una especie de sintonía total audaz, AdriáNomada es un artista multidisciplinar nacido en La Habana en 1965, que se siente en un momento de su carrera “de preciosas confirmaciones", muy a pesar del riesgo y todo lo difícil del arte que hace, "fuera de los circuitos comerciales convencionales”.

Para este dropout de la carrera de Ingeniería Mecánica, que devino doctor en Antropología Estética en la Universidad de la Sorbona bajo la tutela de Jacques Derrida, las vías para aterrizar en esa sintonía vital se materializan principalmente en la música y las artes visuales.

El martes 30 de abril, en la prestigiosa sala Luz de Gas de Barcelona, Adrián Morales probará esos hilos, lanzando oficialmente su nuevo álbum Pilgrim Souvenir: Apuntes para una Cimática, con un intenso show de lo que él llama “música visual, combinatoria, con set de pantallas virtuales y alta tecnología”.

“Es algo que estamos tratando con mucho mimo”, dice sobre la presentación. “Es un trabajo difícil y arriesgado resultado de más de 5 años de viajes ininterrumpidos por todo el mundo, en franca labor de arqueología sónica, repleta de notas al pie, contra-citas y lecturas a varias velocidades”. Ya lo decía el crítico José Antonio Évora, en el Nuevo Herald, cuando evaluaba el comienzo y curso de esta tetralogía, como "todo un desafío, una empresa intelectual".

Tanto la música como el diseño del CD están cuidadosamente elaborados. El arte interior incluye un texto firmado por Karles Torra -columnista en la sección de música del periódico La Vanguardia, y crítico en otros medios de Barcelona- y un texto de Morales hablando de la experiencia. “Todo el disco es muy visual (diseño y sonido), condición que abordo recurrentemente por lógica, dentro de mi trabajo plástico, no delimito fronteras en lo que hago. Cambio de disciplina de manera natural y orgánica, es un modo de pensar sinestésico, (con)fusión de los sentidos”, comenta AdriáNomada.

Es un disco complejo, de cuidado, repleto de mixturas, que sugiere degustar como un todo, donde el arte adjunto -diseño de la carátula e interior- es un complemento imprescindible. Digamos que funciona parecido a un catálogo de arte, un libreto de 68 páginas repletas de fotos de sus archivos, exploraciones y viajes, obras visuales de su trabajo plástico y toda la historia conceptual de la investigación resultante de años de trabajo y casi 30 países recorridos, pescando muestras, argumentos, y motivos, tanto del Tibet, como de la India, del monasterio de Namgyal, como del templo de Ahura Mazda en Siria, de los aborígenes australianos o los Tuareg en el bajo Túnez. Un nomadismo conceptual, pero así mismo transterritorial, simbólico e interdisciplinar. Un arte que es consecuencia de un viaje, donde la difusión o disolución de la "identidad" vindica una "identificación": más allá de los signos bajo los cuales se nos hace ver la cultura, se trata de la posibilidad que tenemos de diferenciarnos, de identificarnos. Una cuántica y un holismo opuesto al mecanicismo cartesiano de la ilustración; que no se limita a envenenar con apocalípticas proyecciones sobre el consabido incierto futuro, abriéndonos a un post-humanismo gnóstico. 

En palabras de Adrián: "Adentrarnos propositivamente más allá del debate entre la rastrera cultura de los "zombies asesinos" (que siguen viendo el arte como la herida) y el responsable "enterrador" (reparador) consciente, que desea, cree y crea otro "ser" posible en la cultura: ya no verdadero ni positivista, sino "auténtico", ya no bueno ni malo sino "el que me gusta o no", ya no versado, sabido o informado sino "(in)consciente", ya no cuerdo sino "loco" (pero a sabiendas de que está loco), ya no sentido ni razonado sino “intuitivo”, "sensible", ya no sólido sino "gaseoso" (evaporada de una vez la liquidez de Zygmunt Bauman). Etéreo pero corpóreo, leve pero sustancial, ingrávido pero con los pies en el suelo, así mismo: ya no "homo-sapiens" sino "homo-cósmico", ya no solo Big-Bang sino también Big-Crunch, y lunar, y solar al mismo tiempo, femenino y masculino, con Papa y Papisa. Ya no didacta o pedagogo, sino mayéutico educativo; ya no EGO (Existence and God Outsider, desconectado de la matriz esencial), sino ecúmene, holístico. "Yo plural" que el TODO mismo vertebra. Una voluntad que (re)insemina el mundo de una fertilidad sanadora y útil. El Poder de la Intención. Desterrando los sepelios sin duelo, sin enterramiento en esta cultura de la estrategia y la campaña (las nuevas cruzadas) donde se multiplican los cadáveres reventados, anónimos y esparcidos sobre el campo de batalla, de los dioses, el arte, y el hombre mismo muertos, y ahora finalmente también la novela se suma a esa endemoniada e interminable lista necrófila, según el reciente Premio Anagrama de ensayo Luis Goytisolo. “La tierra es vilipendiada, maldita, bombardeada y saqueada, pero siempre ofrece sus flores como respuesta", como dijera Herman Hesse”.

En Pilgrim Souvenir encontramos muestras que van desde la voz original de Salvador Dalí recitando a Joan Salvat -el amor y la guerra, la sal de la tierra- a los susurros de una misa en un templo sirio, Leo Brower junto a Luys de Narváez, aborígenes australianos y hasta la erudita medieval Hildegard Von Bingen, en una personalísima versión de su "Cánticos de Éxtasis". Un abrazo reconciliador entre la mística y la física de avanzada, el arte y la ciencia, la antropología, la cimática, la armónica y la regla de proporción áurea basada en la sucesión de Fibonacci.

Afinado en La 432Hz, “es un compendio verdaderamente transglobal, y transversal, donde huyo de los acentos, las "identidades" (sucesivas identificaciones) desde una voluntad trayectiva descomprometida, no solo del arte, sino también de la ciencia, un canto a la descolonización (ethos) y otras tiranías del "logos" (identitario), sin prejuicios ni mimetismos, de una experimentación peregrina que nos explica”, dice el guitarrista y arpista.

A su entender tan audaz como incitadora, ésta es la última entrega de la tetralogía "La Razón TransFUGA", que comenzó en el año 1996 con Nómada (Ventilador Edicions), continuando en 1999 con Ruta sobre Ruinas, (Duque Productions y NomadART), luego con Shampoo, un alto en el camino, en 2001 (NomadART Productions) y que termina con éste, editado por Mitik Records & NomadART Productions.

Sobre “Pangea”, primer single de Pilgrim Souvenir: Apuntes para una Cimática, (elaborado por la realizadora e historiadora del arte catalana Vanesa Jiménez), Adrián Morales nos argumenta que es “un trabajo que procura desde un sonido global, alcanzar la dimensión parasimpática de una resonancia morfogenésica (Rupert Sheldrake) y cuenta, a su modo, como lo sónico desde el homo antecessor a la modernidad, impulsa ese afán de vuelta a los orígenes, contenedor (continente) primordial, retorno a la semilla buscando invariablemente la salud y la organización. Don inspirado de trasiego entre lo aborigen y las nuevas tecnologías. He procurado una arqueología de la música (como Oopars [1] ) un acercamiento a los procesos cognitivos de la inteligencia artificial, enfocado de modo especulativo como evidencia de contacto exo-civilizatorio (incluye imágenes de documentos desclasificados de la NASA). Una co-creación que repostula el apropiacionismo en el arte de la recombinación y cierta exploración audiovisual de lógicas paralelas, feedback, ruidismo e interferencia”.
“Con este disco”, nos dice, "me adelanto a entender varios procesos de cómo influye el sonido, la armonía, la intención, incluso el pensamiento, el magnetismo y la inducción de la longitud de onda en la estructuración, la organización y configuración de la sustancia". Resulta un disco ambicioso, desafiante, temerario desde el punto de vista de cuánto podría esperarse para un músico al uso, que de pronto comienza a revisar la historia, antiguos mitos, arcaísmos y creencias, cuestionando todo aquello que nos han contado.
Los doce temas del disco incluyen algunos, en mi opinión, dignos de resaltar. Más que el sencillo “Pangea”, “Tsunami” es una especie de gimnástica guitarrística con sonidos naturales, que me recuerda a un Steve Howe tan acústico como acuático; “Venerea Rave”, a capella, destaca por su trabajo coral; el sugerente “Deca-Dance” nos induce a la decadente rave de la modernidad, con un texto bien ácido que no deja indiferente; mientras “Drume Negrita mi Son de Almendra, sexétera, sexétera” redefine los orígenes del son con una lágrima de blues. La sempiterna referencia de un experimental sonido petergabrielesco (post-Génesis) en este apartado, y la también intangible presencia de Robert Fripp, nos la explica en la siguiente entrevista. Sería una lástima que Fibonacci -donde quiera que esté- además del café, se perdiese este disco.


Espero que me permitas aprovechar esta oportunidad para conversar un poco contigo más de cerca. ¿Qué ha pasado entre aquel Adrián Morales de Teatro del Sonido y el de ahora? ¿Sigues siendo uno de los “topos”? 

- Afortunadamente no, el "gusano" se volvió mariposa, el topo salió de debajo de la tierra (o aquella bota, según se entienda), dejó las (in)necesarias zarpas, creció y se ha convertido en un ser humano despierto, suficientemente responsable, respetuoso, y con un férreo y disciplinado deseo de consciencia -extraño pelaje en este mundo repleto de incertidumbres-, sin resentimientos, sin resabios, moderado y sin voluntad ofensiva. Buscando un sendero con corazón, sugiere Castaneda. La salud y la higiene mental. No necesito historiarme. Esto es lo que hay. Ahora sigo haciendo lo mismo que mi talento me demandaba en Cuba, pero con los medios indicados.
¿Qué huellas dejó en ti Jacques Derrida?

- Es sin dudarlo uno de los seres más retorcidamente brillantes que he conocido a lo largo de mi vida. Alguien al que se le odia y se le adora con igual intensidad. La filosofía como riesgo. Otro maldito desobediente al que echo de menos.

Me contaste que con el “Ruta sobre Ruinas” experimentaste censura. ¿Por qué? ¿Esperas que suceda algo parecido con Pilgrim Souvenir?

- (Ríe) ¿Cómo podría esperar algo así? Nada que esperar. Cualquier esperanza es solo matriz del suicidio, arca de carencias o voluntad de postergación y no-ser. Dice un Tótem Tántrico: "todo lo que no es ni está aquí no está en ninguna parte, todo lo que es y está aquí está en todas partes". La esperanza es un silogismo frustrante, una amargura que busca la verdad donde no es/está, tras un después o un mañana que no nunca será (pues si es, será de otra manera y no mañana sino invariablemente hoy) sustantivo que hipoteca/secuestra, el presente en aras de aquello que ¿vendrá? pero que ahora no es, porque cuando sea, es/será Ahora y Aquí. "No hace falta buscar la verdad, solo poner fin a las opiniones falsas".

Lo que pasó con el "Rutas sobre Ruinas" fue algo bastante insólito incluso para mí, comenzar a hablar de ciertas Ruinas desde 1999, dos años antes de que pasara lo de las Twin Towers en Nueva York, y la contraportada del disco tener precisamente el skyline de Manhattan con las dos torres sosteniendo mi cuerpo lleno de humo a un cielo utópico del arte azul distinto al cielo negro de la ciudad, es una imagen muy explícita, y supongo que el inconsciente colectivo no soportó semejante analogía, que por entonces aún habiendo sucedido, parecía igualmente inconcebible, defendiéndose de un lanzamiento así en los Estados Unidos. Lo que sobrevino en América y hasta hoy nos dura luego de las Twin Towers es un estado paramilitar y totalitario encubierto en nombre del ¿derecho? y las supuestas ¿libertades? individuales suprimidas, de un pueblo sistemáticamente intoxicado y aterrorizado por una psicosis de terrorismo y guerra (con una intencionada dosis de simulación en los medios inducidos por los lobbies de un poder corporativo al que le interesa que nos entreguemos a su control) que no ceja en poner todos sus logros democráticos en tela de juicio, siquiera por lo que entiende un poquito de ¿seguridad?. Si el disco no hubiese sido realizado en 1999 dos años antes del desastre del 2001 y fuese tan evidente, sería difícil de creer, es la evidencia, la confirmación de haber conectado como con algo profético; de la que a posteriori el narcótico duelo general reprime, pues estás poniendo el dedo en la llaga y molesta. En cualquier circunstancia hay temas que son tabú, más allá de toda corrección política. 

Si te sirve como ejemplo: Al reconocidísimo Karlheinz Stockhausen lo censuraron luego de decir que lo de las dos Torres era la obra de arte más grande jamás concebida por el género humano. Y hasta su hija renegó de él, aludiendo que no iba a tocar más bajo el apellido de su padre. Las pasiones se desatan y no se concibe que los verdaderos fascistas anden sueltos o haciendo política a gran escala y arrastrando a pueblos enteros. Los artistas no son más que responsables de hacer una obra a la altura de su tiempo, por incómoda sal en la herida que sea. No hay un arte degenerado como insisten en anunciar desde siempre las posturas nazis, antes el fauvismo, el expresionismo, así generalmente con todas las vanguardias, en cambio son las sociedades y las circunstancias las que son capaces de engendrar una reflexión así, el creador es sólo consecuente, un médium, reflejo del tiempo que le toca vivir. 

Con un importante cineasta de culto, el austriaco Jüngen Syberberg pasó algo similar, -salvando las distancias-, cuando realizó su portentosa: "Hitler, Una película Alemana", que registraba no el Hitler incendiario típico del "Triunfo de la Voluntad" u "Olimpia" de la Leni Riefenstahl, sino un día de su vida doméstica, un Hitler humano, con miedo, hipocondríaco, incluso amable, buen anfitrión. A él le censuraron y ni lo dejaron desembarcar en Hollywood de la mano de Francis Ford Coppola, entonces su mentor, pero en ese mismo instante Jörg Haider, con el “beneplácito” perverso de las urnas, en el palacio de gobierno vienés bailaba el vals de la toma de posesión, luego de aquellas míticas elecciones donde la extrema derecha comenzaba a desenmascararse sin escrúpulos en toda Europa, después de la caída del Muro de Berlín y la guerra de los Balcanes; pero no una derecha moderada parlamentaria, sino directamente neo-fascista, tipo Le Pen mismo en Francia, Fini,  Zhirinovsky, Tyndal, entre otros, es decir radicales que niegan el holocausto y todo eso.  
  
Syberberg homologaba intencionalmente el comportamiento del Führer que instala con semejante normalidad en el imaginario de cualquier ser humano común, eso lo vuelve incómodo, problemático y conflictivo de aceptar. Pues generalmente los seres humanos comunes, no queremos vernos reflejados en ese espejo, que denuncia que con la situación indicada cualquiera puede llegar a ser un monstruo como él, pues la identificación es evidente sin el esperpento deformado del diablo con cuernos que todo el Mundo tautologiza y necesita ver: "No se combate el nazismo con estadísticas sobre Auschwitz", ni lógicamente aborreciendo sus fotos de diablo con cuernos a la que nunca nos pareceremos, sino reconociéndole de frente, devolviéndoles las vísceras, la humanidad, el sudor y la sangre ritualizada, desde el obscuro espejo del inconsciente. No sé si viste la magistral película “
La Ola”, de un director alemán que versa sobre el tema, el experimento de Ron Jones de 1967 en Palo Alto y luego el de la Universidad de Stanford de Phillip Zymbardo. Pensamos que el fascismo forma parte del pasado superado, pero es algo que está enterrado en la naturaleza del comportamiento humano de una manera impresionante y por eso hemos de mantenernos permanentemente alerta, sin bajar la guardia, pues se esconde, se invisibiliza, nos juega malas pasadas, es hábil, zorro y encuentra el modo de sobrevivir tras actitudes de supuesta “corrección política” que ni sospechamos.

Con Marilyn Manson pasa algo similar, salvando las distancias igualmente. Me parece un verdadero genio, coge todo lo que la sociedad americana moralista y pacata entiende como tabú lo encapsula y se lo empuja de supositorio al espectador. Vosotros (me) habéis creado semejante mierda: dejad que os entretenga, that is entertaiment... Ahora os aguantáis. 

Con mi disco no fue una cuestión deliberada. Me han censurado tanto en Cuba como fuera de Cuba muchas veces, pero por cuestiones más evidentes e intencionales; pero esto de verdad para mi alcanzó proporciones extremas y aunque me resulte entendible, me reveló la magnitud de la simulación general por mantener a cualquier precio el estado pacificador obligado de hipnosis colectiva, que intenta sostener a todo precio y a toda costa (in)verosímilmente una aparente inmovilidad del status quo, tan deformador y obsceno como el eufemismo de las supuestas "sociedades del bienestar" hoy, un engañabobos con 65 mil accidentes de coches anuales solo en España, Abu Ghraib, Guantánamo y otras siniestralidades consecutivas e ¿invisibles? como exclusas de una falaz ¿democracia? representativa global, orientada hacia un nazismo corporatocrático (re)productivo, consumista de mercado, desideologizado y acéfalo, que intenta mantener lobotomizado el estado de opinión general. Inducir miedo y estrés, para hacernos consumir y producir obedientemente. Y esto es válido para cualquier sistema sea de izquierda o derecha, que al final termina asumiendo la misma le ley del valor y el mercado sin excepción.

¿Siguen las ideologías siendo una enfermedad para ti?

- Por supuesto, la peor, y la más reciente: el evidente totalitarismo del mercado, cuya "ideología  es el consumo", articulada por la instrumentalización del "deseo" desde la publicidad y la propaganda de modelos que las sociedades asumen, imitan y pretenden exportar, una especie de metástasis del liberalismo occidental cuyo colonialismo polariza el supuesto “eje del bien y del mal”, estableciendo una moral cartesiana y significativa en la demarcación de esta nueva cruzada por imponerle al Mundo su “stupid way of life”, con ¿la mejor? de las intenciones (pues hasta eso es dudable). “A primera vista, una mercancía parece ser una cosa trivial, de comprensión inmediata. Su análisis demuestra que es un objeto endemoniado, rico en sutilezas metafísicas y reticencias teológicas”[2]

La mercancía, ideológica por esencia, despoja de su trabajo al que la produce y despoja de su vida al que la consume. En el sistema económico dominante, ya no es la demanda la que condiciona la oferta, sino la oferta la que determina la demanda. Es así como, de manera periódica, se inducen nuevas necesidades consideradas vitales por la inmensa mayoría de la población: primero fue la radio, luego el automóvil, el televisor, la computadora y ahora el celular. Todas estas mercancías, distribuidas masivamente en un corto lapso de tiempo, modifican en profundidad las relaciones humanas: sirven por un lado para aislar a los hombres un poco más de sus semejantes y por otro, para difundir los mensajes dominantes del sistema. Las cosas que poseemos terminan por poseernos[3].
 
Sé que hay un debate intenso sobre esto, pero, para una persona que no se dedica a la música, ¿qué puede significar exactamente la afinación escogida para el tratamiento del sonido de este álbum?

- En el libreto interior del arte del CD encontraras perfectamente la explicación para tu pregunta, con abundante información al respecto. Como curiosidad ya apuntaba en el arte interior del disco: “Afinado en 432Hz: el fin de la tiranía musical nazi”. Goebbels, Ministro de Propaganda Nazi, impuso en 1939 afinar  la nota “LA” a 440 Hertzios, en lugar del antiguo 432Hz de la afinación tradicional de la música y desde entonces  se mantiene, aceptado por la ISO. Toda la música que escuchamos en la actualidad es resultado de ese totalitarismo convencional homogeneizador, y genera una frecuencia antisocial e inarmónica con el planeta y el organismo humano. Provoca cansancio, fatiga, incluso en extremos enajenación y desorientación, y esto sucede porque sus armónicos no encajan con la frecuencia vibratoria humana natural, regida por múltiplos de la regla de proporción aurea. La música a 440Hz sintoniza a una frecuencia inarmónica y de desconexión, que redunda en el aislamiento, la inseguridad, el miedo, la angustia y el desorden interno. 

“Pilgrim Souvenir” está grabado en 432Hz. Entiéndase frecuencia armónica de la Tierra, que se ha dedicado a prácticas sagradas porque resulta el punto de equilibrio sónico de la naturaleza y la divina proporción. La afinación natural a 432Hz es armónica, sanadora, tiene beneficiosos y profundos efectos en la psique humana y en la estructura física de las células del cuerpo, la polaridad e imantación de nuestro campo magnético y el rejuvenecimiento del ADN.

¿Se te podría etiquetar dentro de la estética rock o tomas algo prestado de ella? ¿Qué opinión te merece la escena del rock en Cuba actualmente?

Sin dudas se podría inmiscuir lo que hago en una línea bien "progresiva", en la línea del "legado de las guitarras intrépidas" a lo Robert Fripp y/o el "Rey Carmesí" más actual, con mi tocayo Belew, y no el de los 70... Así mismo con toda la investigación que está haciendo Brian Eno, o el mismo Gabriel desde el “Passion”, que bien conoce mi trabajo a partir de la publicación conjunta del CD-ROM de 1997 Psicomanualdigital, que hoy es ya un documento histórico, pues fue el primer CD-ROM comercial que se editó y se promocionó en España, entonces era súper-hi-tech, hoy una verdadera reliquia de museo, una tecnología que ya no existe. Pero así mismo formar parte de un proyecto pionero es invariablemente trascendente, mi obra está llena de eso. El doctor en musicología Joaquín Borges Triana (gran especialista en todo lo que hago) me designa en la Cuba de los ochenta en medio del “Renacimiento Cubano" (frase del teórico uruguayo-norteamericano Luis Camnitzer) la responsabilidad de ser como el "padre de las producciones independientes". Siempre me gusta estar en la cresta de la ola en el terreno de la experimentación transversal, la sónica de avanzada, la infografía. Y este trabajo específicamente fue una intensa realización con uno de los incuestionables maestros españoles en la materia Zush-Evru (Albert Porta, catalán) que ha diseñado y trabajado bastante para el sello británico Real World, además de ser amigo personal de Peter Gabriel. Así mismo el crítico musical Humberto Manduley en su libro sobre "La Historia del Rock en Cuba", antología de consulta obligada en la materia, me apuntaba en la mitad de los 80 afincado en la creación de lo que llama "canciones sulfúricas" con un manejo muy peculiar de la guitarrística implementada con artilugios electrónicos.

La mía es una propuesta bien combinatoria, artes visuales por un lado y Rock etno-industrial y electro-experimental por otro. Casi todo lo que hago, lleva ese sello radical y progresivo, a caballo entre la electrónica de avanzada y la música culta, jamás un producto de temporada, creo en el arte como una globalidad del pensamiento, la cultura, incluso la salud, mezcla entre ciencia, humanismo y mística.

Con respecto a la panorámica del Rock Nacional Cubano, creo que se están produciendo muchas cosas de manera muy alternativa e independiente, que está muy bien, pues resulta un sabio modo de auto-gestión y sortear mecanismos de control y censura declarada y no declarada que resulta igualmente ofensiva y terrible, que encuentro de una calidad impresionante. Veo vídeos con vestuarios, decorados y cantidad de producción metida ahí. Muchos de los más altos exponentes que voy descubriendo, a veces por lo jóvenes que son, quizás no calculan el grado de terminación que la tecnología ahora les permite, que en nuestro tiempo hubiese resultado imposible concebir, tanto en los vídeos, como en la promoción y la existencia en los medios y la comunicación pública.

Así mismo el sistema de cooperativas que desarrollan en sus asociaciones les permite compartir los medios y enrolarse con proyectos donde pueden validar lo que hacen sin ser dueños, ni alquiladores de la tecnología que usan, se dejan los unos a los otros las pocas pero buenísimas cámaras que ruedan entre los platós y las instituciones públicas que desde nuestro tiempo se procuraba -digamos- tomar prestadas, sin que a veces los que las controlan den su beneplácito o a sabiendas de ellos y poder hacer verdaderas joyas de trabajo, que aquí en el extranjero podría ser absolutamente impagable.

Claro, en Cuba todo el mundo trabaja (relativamente) gratis, con entusiasmo y con el deseo de sacar adelante su obra. Todo esto es tremendo y a veces injusto porque luego no encuentran los modos internacionales de canalizarse de manera global, pero como mínimo puede existir. En nuestra época ni eso. Es muy curioso que entonces hacíamos prácticamente de una a tres actividades y conciertos semanales, con las peñas y todo y no existen casi documentos de todo eso. La mayoría de las veces gracias a la buena voluntad de extranjeros que traían sus cámaras y filmaban o alumnos de la escuela internacional de cine, que se tomaron por años muy seriamente la idea de documentar una época donde todos los materiales escaseaban y hoy se torna prácticamente una labor imposible rescatar, ya no restaurar, ni siquiera encontrar en los archivos tanto privados como públicos los difíciles documentos y registros que a veces terminan siendo grabaciones, fotografías y copias amateurs de muy baja calidad pero que fue el fermento en ciernes de este tipo de producción que ahora es. Registros que primero no parecían nuestros y fueron vilipendiados como extranjerizantes y luego fueron los únicos que tuvimos, toda una época birlada al traste, pues aquello que no se ve, no se registra o de lo que no se escribe, no existe, no está, no fue y no es historia.

Quiero llamar poderosamente la atención de todos estos creadores que respeto, a no desaprovechar y tomar consciencia de todo esto dentro de Cuba. Pues con relativa facilidad allí se puede sostener una obra íntegra, coherente y el sistema mismo perversamente lo favorece (sobre todo porque se va tirando como se puede y al final se sobrevive en otros órdenes, de gratis, pero sobre todo sin una presión del mercado encima, que esto es vital). La gente no imagina lo que significa siquiera hacer eso mismo, al nivel competitivo internacional fuera de Cuba, no solo por lo caro que resulta y concuerdas conmigo en que es toda una proeza, sino con la atenuante facilitadora que si en algún momento no tienes la última tecnología, la procedencia ya la auto-justifica y el mercado mismo y la critica lo entiende -claro, como viene de Cuba- y the show must go on, pero afuera, si no eres competitivo, si no estás a la altura profesional y el estándar técnico, sólo por hablar de un ítem, ni la crítica ni el mercado te perdonan, tengas el nivel que tengas o estés acabado de venir de Cuba con una mano delante y otra detrás. Y ese es el verdadero riesgo, proeza y calibre de enfrentar el exilio, como una forma de "sacrificio" (sacro-facere, hacer sagrado) que pone en tela de juicio al precio de degradar y comprometer la obra misma con tal de mantener una actitud coherente y consistente moralmente hablando según la crítica política, que pueda hacerse a la institución y los medios en Cuba, sin concesiones. Hay que aprender a mirar a la comunidad cubana artística no desde el estrecho marco de lo nacional excluyente, sino como un principio de colaboración acentrada y poliédrica, dentro-fuera que beneficia a todos, por un proteccionismo mayor y una conservación responsable del espacio plural, documental y creativo general comprometido de nuestra cultura, sociedad e historia sin concesiones. Esto es un problema gravísimo que no se dice y no está siendo ventilado en el terreno o centro de mesa de los debates de los eufemismos y asimétricos intercambios culturales, que primero permite la especulación y la explotación de unos sobre otros. Y del otro lado, tampoco nadie quiere implicarse y así que no parezca que le afecta, cuando es evidente que afecta. 

Es perverso que sea un sistema presuntamente ajeno al capitalismo el que nutra de mano de obra barata, punta de lanza para reventar el propio mercado instituido internacionalmente sin ningún escrúpulo. Y que además no se aporte ni una formación de gestión necesaria que les dé un mínimo de herramientas para defender su patrimonio cultural e intelectual, con el respeto que merece desde una equidad, pero sobre todo una verdadera validación en los auténticos baremos a la altura global que se exigen en este tipo de funciones y no hablo solo de mercado, sino de ubicación legitima y sin colonialismo en el mapa cultural global.

¿Cómo lo has vivido tú en primera persona?

- Luego de consagrarte a lo que haces con el respaldo internacional suficiente y el aval de 23 años fuera de Cuba haciendo lo que me da la gana, (todos tenemos abundante anecdotario que contar en los procesos de novatadas y experiencias encontronazo con el Mundo fuera de Cuba) el saldo de análisis es este: es necesario para cualquier creador, vivir esa experiencia y pasar por ella, sin el agravio discriminante o la tensión de una obligatoriedad condicionada por la tendencia política al secuestro o la "Cultura del Rehén".

Fuera de ese marco el pulso creativo sigue siendo elevado, pero necesita conjugar fuerzas transterritoriales, para complementarse en una integridad global en los procesos de confirmación y legitimación, pero sobre todo lo que es más importante, buscar autonomía, ya no sólo dentro de Cuba, sino igualmente fuera, allá donde esté o se infiera el marco de la tan necesaria solidaridad entre creadores que comparten un destino común. Nuestro "Egregor", aquel "ente" emergente creado en/de los procesos necesarios e inevitables de asociación e inteligencia colectiva, debe crecer y madurar esto, salir del estado de sociedad pueril, sospechosa y psicótica. "La madurez es dolor bien gestionado". Una inteligencia que heredamos de los fenómenos adversos.

Tienes mucha presencia en Internet ¿Qué valoración haces de las redes sociales?

Tenemos presencia en muchas de ellas. Son un canal de comunicación directo, ubicuo y muy activo que me interesa muchísimo, un laboratorio sociológico donde estudiar la mutación social en que estamos inmersos. Tengo un perfil profesional en Facebook donde comparto mi obra visual más reciente y uno musical. En estos días estamos estrenando Pinterest. El disco en su formato digital está ya a la venta en todo tipo de canales, como iTunes, además en Grooveshark, Spotify y similares. Hemos abierto un canal de youtube, además de mi web oficial: www.adrianomada.com, donde a través de la productora NomadARTaspiramos a recoger poco a poco, todo mi acervo de producción visual, clips, instalaciones multidisciplinares, intervenciones en los medios, entrevistas, largometrajes y vídeos de toda clase que voy produciendo. Así de reciente factura una especie de encuentros transdisciplinares que he denominado "Diálogos Litorales", son viñetas videográficas de corta duración, conversas en tono menor tanto con personalidades de la cultura y las artes, en una conversación directa y fluida, sobre la sociedad, la política  el arte, el pensamiento y la cultura, que puedes ver por allí. Ya tenemos terminadas y en punta, algunas ya subidas al canal con Fernando Savater (filósofo), Benet Rossell (artista visual), Amaury Gutiérrez (compositor y cantante), luego: Antonio Puente (periodista y sociólogo) y aspiro a realizar una muy pronto con Julio Fowler (compositor y cantante), Athanai (compositor, productor y cantante) e Iván de la Nuez (historiador y crítico de arte). 

Quiero creer que cierras un ciclo con la última parte de esta tetralogía. ¿Qué vendrá después?

- Sí, tras esta investigación vuelvo al rock más reivindicativo. Estoy terminando otro disco en Miami con el ingeniero, productor musical y gran amigo Waldy Domínguez, en fase final de producción, donde vuelvo a la carga con canciones abrasivas repletas de guitarras saturadas y textos combativos. Muchas de ellas las cantaba ya en Cuba: "Adolescencia", "Androide", "Pueblito", "La Revancha de los Pueblos Espejo", "Ironía bajo el Sol" entre otras, que nunca grabé y que hoy tienen más vigencia que nunca. Con colaboraciones magistrales en los arreglos y las teclas: Gilberto Valladares; en las guitarras el gigante René Luis Toledo, la extraordinaria cantante Yisel Duque en los coros, y como inestimable vocal coach, entre otros fantásticos artistas y amigos. Y en lo visual preparo cIBERIA (es el nombre de mi próximo libro de instalaciones, pinturas y dibujos) otro concepto que ando explorando trata la Metástasis de la civilización, una temática tan crepuscular como fascinante, así mismo Híbridos (un texto de la serie de dibujos que le da nombre) también de reciente publicación, y todo ello aparejado al corpus sónico relacional, en canciones y temas complementarios que saltan de los ojos a las orejas y viceversa, en cuestión de concepto, lenguaje y forma, tal es mi manera de crear. Así funciona mi cabeza, tú sabes.



[1] Oopart es el acrónimo en inglés de Out of Place Artifact (literalmente, ‘artefacto fuera de lugar’). Es un término acuñado por el zoólogo estadounidense Ivan T. Sanderson que hace referencia a objetos paleontológicos y arqueológicos que en apariencia provienen de lugares o épocas donde se cree que era imposible su existencia, por sus características (complejidad tecnológica, referencias a la civilización actual, etc.) "anacronismo"; o porque no haya objetos similares de la misma procedencia.

[2] Sobre la idea de Karl Marx dixit, en El Capital, capítulo I, libro 4. 

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