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METAL EN CUBA: ¿Soñar en cubano?
Por Félix Eduardo Varela


Cuando se habla de música cubana lo primero que viene a la mente es el proyecto Buena Vista Social Club, premio Grammy y acreedor del innegable mérito de haberse colado entre los proyectos musicales más exitosos de la última década del siglo pasado. El Chan Chan de Compay Segundo acompaña ahora como un patrón preelaborado todo lo que se hace llamar cubano, como antes lo hacia la Guantanamera de Joseíto Fernández.

La salsa -o timba- cubana se expande fácilmente, y dentro del país estamos obligados a "comérnosla con pan". Hasta la política radial tiende a más de un 70 por ciento de este género musical en el aire.

Pero hay más música cubana que solo la salsa y los Buena Vista. Entre las novedades musicales que más se hacen notar en el panorama rockero actual se destaca el subgénero conocido como nu-metal.

Por supuesto, aquí en Cuba no recibimos los canales de cable, y entonces, tampoco el MTV. Pero las ondas débiles de radio y copias grabadas en cintas de los programas de MTV Uranium y Headbanger’s Ball han llegado de amigos y familiares a través de los años. Los videos musicales son pirateados de satélites ilegales. Las revistas Metal Hammer, Kerrang y Spin -generalmente poco actualizadas- pasan de mano en mano, desgastando sus portadas y despeinando a los que aparecen en ellas.

Los grupos nu-metal de los Estados Unidos más populares en Cuba fueron los que emergieron tras el caos derivado de la era post-alternativa como Korn, Tool, Deftones, Limp Bizkit, Papa Roach, Linkin Park o Slipknot. El nu-metal -bautizado últimamente por algunos como Adidas rock- surgió a mediados de la década de los 90, desde la formula propuesta por Korn: guitarras deprimidas -y deprimentes- que guían a la convulsión exaltada y la mezcla de gritos de rabia y susurros confesionales de su cantante Jonathan Davis, acompañado de riffs en bloques musicales tan pesados como agresivos. Todo aderezado con la sensible densidad de un sonido que en principio puede ser clasificado como visceral, de malos augurios y limítrofe a la demencia.

La mezcla de la crudeza del hardcore metal, los más sobresalientes ribetes de irreverencia del punk metal, el heavy más corrosivo, y la cadencia lírica del rap ha resultado una formula exitosa. Solo era cuestión de tiempo que el un-metal llegara a Cuba y fuera adoptado por los grupos rockeros de la isla.

“On this planet we’re lost in time like tears in the rain,” canta el frontman de la banda cubana de nu-metal Escape en la canción titulada “Fade Away.” Escape comenzó siendo la versión tropicalizada de bandas como Slipknot y Mudvayne: sonido catártico, visceral; miembros de la banda vestidos con extraños maquillajes y máscaras. Este grupo se ha preocupado en evitar ser una copia exacta, y su sonido se ha vuelto más complejo gradualmente, acercándose al industrial y el gótico.

“Yo quiero eso, yo me conecto, y no la pienso, yeah, bring it on, este es mi ambiente, bien caliente, si, caliente, bring it on.” Este rapeo de “Bring It On”, traído por el grupo Tribal, representa la cara más alegre del nu-metal in Cuba. Ellos también intentan reflexionar sobre la realidad cubana desde el ángulo del cubano joven. Su éxito “Aprende Tu Walk” toca el tema de la inserción del joven rockero a la sociedad cubana. “Tu no sabes lo que es mejor, tu no sabes lo que es peor, no sabes, no sabes, no sabes lo que es descargar con mi gente.”

Ya sea como símbolo de rebeldía o como estrategia para hacer crítica social sin ser fácilmente descubierto, muchos escogen el idioma inglés para componer sus temas, pero la razón principal es el tributo a la lengua en que originalmente se canta este género.

"Cantamos esencialmente en inglés", comenta Willian Labastida, guitarrista y líder de Tribal, "porque queremos llegar a todo tipo de público y romper las barreras del mercado, e incluimos las voces de rap en español para que se note la mezcla que queremos lograr, y sobre todo nuestra cubanía.”

El nu-metal, el rock en general, no se inserta fácilmente en todos los círculos promocionales. La ayuda brindada por organizaciones que trabajan abriendo espacios para jóvenes creadores -como la Asociación Hermanos Saiz (AHS)- ha crecido, y el Ministerio de Cultura cubano gradualmente abre sus puertas a géneros no tradicionales, pero todavía sabe a poco.

En un país donde el salario promedio es 200 pesos (menos de $10, al cambio oficial interno), comprar un CD de $14 es casi imposible para el joven cubano. Por eso la mayoría de los cubanos intercambian la música de manera “democrática”- tomándola prestada, cambiándola, compartiéndola, copiándola cuando sea posible. Pero en cuanto a la avalancha de nuevas producciones, las grandes mega-tiendas de música, los conciertos de grandes bandas... todo eso sigue siendo “soñar en cubano.”*


Metal In Cuba: Dreaming In Cuban?
By Félix Eduardo Varela

When talking about Cuban music, usually the first thing that comes to mind is the Buena Vista Social Club, the Grammy Award-winning project that was one of Cuba’s most successful musical collaborations of the 1990s.

Then there’s Cuban salsa ­known here on the island as timba. More than 70 percent of the music played on Cuban radio stations is salsa. It remains so popular that, as Cubans say, "we like to put it on our bread."

But there’s more to Cuban music than just salsa and los Buena Vista. Fresh on the scene of the Cuban rock panorama is the subgenre known as nu-metal.

Of course, there is no cable TV in Cuba, and hence, no MTV. But faint radio signals from the US and taped copies of MTV shows like Uranium and Headbanger’s Ball have trickled in from relatives and friends abroad over the years. Music videos are pirated off illegal satellite dishes. Worn-out copies of magazines like Metal Hammer, Kerrang and Spin slowly make the rounds among friends and aspiring “rockeros” until the pages wear out and the covers fall off.

The most popular U.S. nu-metal bands were groups that emerged from the chaos of the post-alternative era, like Korn, Tool, Deftones, Limp Bizkit, Papa Roach, Linkin Park and Slipknot. Nu-metal ­ later dubbed as “Adidas rock”- came onto the scene in the mid-90s, using a musical formula pioneered by Korn: depressed -and depressing guitars surging toward an impassioned convulsion combined with the angst-ridden screams and whispered confessions of singer Jonathan Davis. The sound was heavy, with aggressive riffs and a density of sound that has been described as ominous, visceral, and bordering on demented.

This mix of raw hardcore metal sound combined with the musical irreverence of punk and the lyrical cadence of hip-hop has become the successful formula for a new sound. It was only a matter of time before nu-metal reached Cuba, and was adopted by Cuban bands into the island’s rockero scene.

“On this planet we’re lost in time like tears in the rain,” howls the lead singer of Escape, a Cuban nu-metal band, in a song titled “Fade Away.” Escape started out as a tropical version of the U.S. bands Slipknot and Mudvayne, featuring cathartic, angst-ridden music and band members wearing bizarre makeup and masks. But the Cuban version of Slipknot has avoided becoming a tasteless copy, and gradually developed a more complex sound that approaches industrial and goth.

“Yo quiero eso, yo me conecto, y no la pienso, yeah, bring it on, este es mi ambiente, bien caliente, si, caliente, bring it on.” These rap-inspired lyrics from the song “Bring It On”, by the group Tribal, represent the lighter side of nu-metal in Cuba. They also attempt to better reflect a Cuban youth perspective. Their hit song “Aprende Tu Walk” is about the young rock fans trying to fit into Cuban society. “Tu no sabes lo que es mejor, tu no sabes lo que es peor, no sabes, no sabes, no sabes lo que es descargar con mi gente.”

Because playing rock music in Cuba continues to be associated with rebelliousness, and many bands’ lyrics contain social and political criticism, English is often the language of choice. Some musicians, however, claim they’re simply paying tribute to the original language of the music.

"We mainly sing in English," says Willian Labastida, guitarist and leader of Tribal, "because we want to reach all kind of audiences and break down market barriers. We also include rap voices in Spanish to achieve the sound we’re looking for, and above all, to show that we are Cuban.”

Nu-metal, and rock in general, are not easily accepted by the companies and organizations that promote Cuban music and determine which bands will be recorded. The amount of help from government organizations that promote new artists ­such as the Hermanos Saiz Association (AHS)- has increased in recent years, and the Cuban Ministry of Culture has gradually opened its doors to non-traditional musical genres. But it’s still a struggle for young Cuban bands to find financial support.

In a country where the average wage is less than $10 a month, buying a $14 CD at a local shop is also a near-impossibility for most young Cubans. So most Cubans just exchange music “the democratic way”- by borrowing, trading, sharing, and copying music onto blank CDs whenever possible. As for the avalanche of new albums, the gigantic music mega-stores, or the huge concerts of famous bands in the U.S ...for nu-metal fans here, those things are simply “dreaming in Cuban.”*

*Titulo de una premiada novela de la escritora de origen cubano Cristina García.


(Articulo publicado en www.youthradio.org, mucho antes de la visita de Audioslave a Cuba.)

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